domingo, 30 de noviembre de 2008

PRECEPTOS PARA REALIZAR UNA IMPLANTOLOGIA CORRECTA

Los dentistas del siglo 20 nos despertamos con un nuevo paradigma: “La Implantología”. Esta, en un comienzo, estaba reservada para los cirujanos maxilofaciales más atrevidos y que se encontraban en la vanguardia del futurismo odontológico. Solo podían realizarse en los más herméticos quirófanos o en las clínicas más equipadas y lujosas, bajo estrictas medidas de esterilidad, y su diagnóstico era netamente quirúrgico.
Con el tiempo, estos se dieron cuenta que no se podían colocar implantes solamente donde había hueso y tuvieron que golpear la puerta de los protesístas, ahora llamados rehabilitadotes bucales, dado que los cirujanos no entendían porque fracasaban algunos implantes que habían sido colocados en una zona con buena cantidad y calidad ósea, y en estrictas medidas de seguridad; esto fue necesario para que naciera el diagnostico protetico-quirúrgico y con esto comenzó la rehabilitación moderna sobre implantes y “acondicionar los conceptos de oclusión” a la prótesis sobre implantes, factor determinante en el éxito a largo plazo del conjunto corona-implante, porque los dentistas estamos acostumbrados a escuchar: ¿Cuánto dura un implante? Sin que importara lo que había arriba de éste.
Con el tiempo la experiencia nos demostró que se podía hacer una buena implantología en nuestro propio consultorio, bajo las mismas normas de esterilidad y seguridad que realizamos una cirugía de un tercer molar, por dar un ejemplo, o trabajando en equipo con un implantólogo y un protesista.
Ahora bien, para poder llegar a esto debemos ser muy cuidadosos y cuantificadores al momento de hacer el diagnostico inicial, en el cual los deseos subjetivos del paciente son fundamentales para comprender sus necesidades y asi poder arribar a un tratamiento en el cual paciente y profesional estén satisfechos.
El diagnostico de certeza es nuestra arma principal para evitar improvisar al momento de la cirugía, cuando antiguamente hacíamos implantología solamente basándonos en el diagnostico realizado sobre una radiografía panorámica y la nunca faltante “periapical” muchas veces al momento de la cirugía nos encontrábamos con rebordes residuales exiguos que muchas veces nos podían obligar a hacer abandonar la cirugía en ese mismo momento para programar una regeneración de tejidos o injerto en la zona, por supuesto que esto hoy en día es totalmente inaceptable teniendo a nuestro alcance la tomografía computada, con la cual cómodamente podemos ver en todas las dimensiones del maxilar, a su ancho y a su largo, su geografía, y así programar virtualmente una cirugía y llegar al momento del “bisturí” sin tener que improvisar.
Una vez que tenemos programada paso por paso la cirugía y su futura rehabilitación protética….a cuantos de nosotros nos despierta interés lo que ocurre en el terreno periimplantario?
No podemos realizar una cirugía de implante sin conocer las características del hueso del paciente ni el proceso cicatrizal que ocurre en su periferia. Para esto mas allá de las las clásicas clasificaciones, como la de Calwwell y Howell o la de Mish por dar un ejemplo, debemos conocer la densidad, calidad y topografía del maxilar del paciente ya que de esto dependerá el drilling o fresado. Zonas como la anterior del maxilar inferior poseen una dureza, en algunos casos tan pétrea que el fresado deberá hacerse cuidadosamente dado que como regla proporcional a hueso mas duro (mejor llamado cortical), estará menos vascularizado tendría mas posibilidades de necrosarse, habrá que irrigar el fresado mas profusamente y tener un protocolo de fresas con buen filo y cuanto menos diferencia de diámetro entre una y otra menos injuriaremos al hueso y de esta manera habiendo tenido un muy buen trato del lecho quirúrgico obtendremos como recompensa un buen anclaje inicial del implante como consecuencia de la calidad de hueso y una respuesta del hueso favorable formándose nuevamente alrededor del implante, a lo que llamamos en biología remodelación ósea, y de esta manera, osteoblasto mediante, se “oseointegrará una vez osointegrado, podremos activar el implante mediante la instalación de una corona sobre este, y asi de fácil como lo he explicado con mis propias palabras y como si estuviéramos sentados en una mesa de café, puede llegar a ser así de fácil la implantología para usted colega que esta allá del otro lado de esta pagina, siempre y cuando se tenga una buena formación, porque como no me canso de repetir en mi enamorada carrera docente privada, se puede ser un perfecto “técnico instalador d e implantes” en cualquier cursito de una semana , pero para ser realmente implantólogo nunca se termina de estudiar y perfeccionarnos en la materia, por eso si comenzamos a interesarnos sobre los principios biológicos de la implantología, cirugía y rehabilitación sin por supuesto olvidarnos del papel tan importante que jugaron los periodoncístas en la ultima década ya que es mas que sabido que la salud a largo plazo del implante, asi como de las piezas dentarias, depende de la salud de los tejidos blandos que lo rodean que hacen de primer barrera de defensa ante los microorganismos de la microbiota bucal.
De esta forma y a manera de presentación le damos la bienvenida a todos los odontólogos generales y especialistas interesados en esta rama tan apasionante de la odontología que es la implantología, para que así como nosotros desde aquí , hagan su aporte desde donde se encuentren y a manera de feedback formemos una nueva comunidad virtual en donde todos aprendamos de todos.

Gracias por su atención
Dr,. Juan José Fazio Jüreit